miércoles, 19 de marzo de 2025

Ch. 100 - Unison

El grupo de ladrones Unison había petrificado a todos los habitantes de Wisdom, con el objetivo de robar toda la información posible sobre las reliquias que se encontraban en el interior de las ruinas de los Registros Akáshicos.

Por suerte, nuestros protagonistas y el equipo de Takashi estaban en la ciudad con la misión de detenerlos y devolver a la normalidad a sus habitantes.

Actualmente, nos encontramos en el Templo Akitazawa del país, el lugar donde Takashi se había criado y donde se protegía a Jasper, el arma mítica que dormía en estas tierras, antes de su despertar. Ahora, este sitio se había convertido en su base de operaciones durante su estancia en el país.

"Entonces, ¿no tenéis ni una pista de quiénes pueden ser?" preguntó Cecily, tomando asiento en la sala.

"La verdad es que tenemos una idea." respondió Carter, acomodándose en una de las sillas con gesto pensativo.

"Es muy probable de que se trate del grupo de ladrones Unison, son bastante conocidos por sus actos delictivos en este país. Pero, por desgracia, sus identidades siempre han sido un misterio, así que no podríamos diferenciarlos si los vemos." explicó Lola mientras abría una botella de agua para hidratarse. "Es precisamente por eso que también os atacamos. No sabíamos si podríais ser los miembros de ese grupito."

"Entiendo." asintió Hansel, comprendiendo la confusión anterior.

"Pero si realmente son ellos... ¿qué buscan en las ruinas?" preguntó Ryan, frunciendo el ceño. "Lo único que hay ahí son montones de libros, ¿no?"

"Claro, ¿para qué querrían robar un montón de libros?" añadió Ashley, compartiendo la duda de su compañero.

"Jajajaja, vaya par." se burló Keipi, sonriendo con su habitual actitud despreocupada.

"No se trata de los libros en sí, chicos." intervino Takashi con seriedad. "Se trata de toda la información que yace en ellos."

"Ah, claro..." murmuró Ashley, sintiéndose un poco tonta al darse cuenta de lo obvio que era. "Hablan de reliquias, que es precisamente el motivo por el que vinimos aquí."

"¿Y quién querría comprar información sobre reliquias?" preguntó Lily, revoloteando por la sala.

"Buena pregunta." comentó Marco, llevándose una mano al mentón. "Quizá una o dos reliquias podrían interesarle a algún grupo de villanos... pero toda esa información junta... ¿realmente merece la pena todo este trabajo?"

"La tiene." respondió Lola con convicción.

"Aunque ahora parezca imposible de entender, una vez sabes la verdad, todo empieza a encajar." añadió Carter, cruzando los brazos.

"En efecto." asintió Takashi. "Cuando se firmó el tratado de paz tras la última Guerra Mágica, se estableció una regla que prohibía al Imperio y a su gobierno acceder a este tipo de información. Se consideró demasiado peligrosa, ya que en malas manos podría provocar otro conflicto bélico."

Marco entrecerró los ojos, uniendo las piezas en su cabeza.

"Entonces... si el gobierno imperial no puede acceder directamente a esta información..." murmuró, pensando en voz alta. "Eso significa que el verdadero objetivo de estos ladrones... es vendérsela."

"Bingo." comentó Lola, con una sonrisa mientras le señalaba con el dedo.

"Pero entonces... ¿no es peligroso que les estemos dando tiempo para robar la información?" preguntó Ryan, empezando a inquietarse.

"Qué va, tenemos tiempo de sobra antes de lanzarnos sin un plan." aclaró Carter, con tono tranquilo. "La cantidad de libros que hay en ese lugar es inmensa, y además, es imposible sacarlos del recinto. Para trasladar esa información al exterior, necesitan copiarla a mano, página por página."

"Copiar a mano un libro tan extenso debe de ser una tarea agotadora..." murmuró Theo, imaginándose en esa situación. "Ni quiero pensar en la cantidad de volúmenes que debe de haber allí."

"Sí... eso encajaría con el motivo por el que petrificaron a los habitantes." intervino Takashi. "Al dejarlos fuera de combate, se aseguraron de tener tiempo suficiente para transcribir toda la información sin interrupciones."

"Pero incluso siendo cinco de ellos... copiar todo eso les llevará bastante tiempo." concluyó Marco, con una mirada determinada.

"¿Y cuál es el plan que teníais en mente?" preguntó Lily, intrigada.

Los tres se miraron entre sí y asintieron, decidiendo confiar en el grupo.

"La verdad es que no teníamos una estrategia clara..." admitió Takashi con sinceridad. "Al fin y al cabo, éramos solo tres personas contra cinco enemigos. Y para colmo, antes de cualquier enfrentamiento, tendríamos que encontrar dónde escondieron la reliquia Medusa y destruirla para liberar a los ciudadanos."

"¿No la tienen con ellos?" preguntó Hansel, frunciendo el ceño.

"No, no podrían llevársela." respondió Cecily, cruzándose de brazos. "Tengo entendido que el interior de las ruinas se encuentra en otra dimensión. Así que, si la reliquia saliera del plano donde está actuando, su efecto se disiparía automáticamente."

"¡Exacto!" exclamó Lola, chasqueando los dedos. "El hecho de que esté en otra dimensión nos da una pista clave: Medusa tiene que estar oculta en algún lugar de Wisdom. Pero claro, esta ciudad no es precisamente pequeña, y buscarla es una locura."

"Entonces lo más lógico sería dividirnos en dos grupos, ¿no?" propuso Marco, con una mirada estratégica. "Uno de cinco personas que entre en las ruinas para derrotar a los ladrones y otro que se encargue de rastrear la reliquia por la ciudad."

"Me parece una excelente idea." aprobó Takashi. "Y para la búsqueda, creo que Carter y Lola deberían unirse a ese grupo. Sus magias pueden ser de gran ayuda."

"Si tú lo dices, jefe, no me importa." respondió Lola con un encogimiento de hombros. "Pero me da pena perderme la oportunidad de darle una buena paliza a uno de esos ladrones."

"Bueno, yo en parte me alegro de no tener que ir." suspiró Carter, aliviado. "Nunca he sido muy fan de los combates... Además, me da lástima que mis lobos sean destrozados, aunque no puedan morir."

"Te entiendo." le dijo Theo, dándole una palmada en el hombro.

"Yo sí formaré parte de los cinco que entren en las ruinas." declaró Takashi, con determinación. "Es mi deber como antiguo protector del templo del país."

"Y yo iré contigo." añadió Marco, con firmeza. "Así que necesito elegir a tres personas más que nos acompañen."

Theo se adelantó antes de que su amigo pudiera mirarlo.

"Yo me quedaré a ayudar en la búsqueda de la reliquia." anunció tembloroso, colocándose al lado de Carter, para evitar ser escogido.

"Y yo, y yo... prefiero seguir descansando un poco más de las peleitas." añadió Lily, flotando perezosamente alrededor de él.

"Está bien, lo entiendo. Tampoco tenía pensado pediros que vinierais." respondió Marco, cambiando su mirada hacia sus cuatro paladines y Hansel, quienes lo observaban con ojos brillantes, prácticamente suplicándole con la mirada que los eligiera.

Nuestro protagonista suspiró, llevándose la mano a la cara.

"Uno de ellos tiene que ser Hansel. Al fin y al cabo, él es la razón por la que estamos aquí." decidió finalmente.

"¡Bien! ¡Sabía que lo entenderías!" exclamó el joven del viento, con una gran sonrisa.

"Y los otros dos... deberían ser Keipi y Ashley."

"¡Toma!" gritaron los dos al unísono, chocando sus manos con entusiasmo.

"La verdad es que siento que las habilidades con el acero de Ryan y la agilidad de Cecily serán más útiles para encontrar la reliquia." explicó Marco, volviendo a adoptar un tono serio. "Además, no sabemos si puede surgir otro peligro en la ciudad mientras estamos en las ruinas, así que prefiero dejar a personas capaces de pelear fuera del asalto a las ruinas."

"Tienes razón..." asintió Ryan, con una sonrisa de comprensión. "Nosotros tenemos nuestro propio trabajo aquí afuera."

"¡Eso, eso!" se unió Cecily, alzando un puño con energía. "¡Aunque no nos hayan elegido para entrar, vamos a encontrar esa reliquia!"

"¡A por todas, chicos! ¡Debemos salvar Wisdom y encontrar la información sobre el Nuevo Testamento!" exclamó Marco, alzando el puño con determinación.

"¡Sí!" respondieron todos al unísono, levantando sus puños con energía mientras seguían a su emperador.

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Más tarde.

Los grupos se dividieron y tomaron sus posiciones, listos para cumplir sus respectivas misiones.

Lola se montó en una de sus ocho varas de acero y comenzó a flotar en el aire, escaneando la ciudad desde las alturas con una vista privilegiada. Su mirada se movía con rapidez, buscando cualquier anomalía en el paisaje que pudiera delatar la ubicación de la reliquia.

Mientras tanto, Carter invocó a varios lobos de rastreo, que se dispersaron por toda la ciudad con un objetivo claro: detectar cualquier rastro de energía mágica que la reliquia pudiera estar emitiendo al permanecer activa. Sus ojos brillaban con intensidad mientras husmeaban cada rincón, guiados por su instinto infalible.

Siguiendo la idea del invocador, Ryan extendió una red de cadenas bajo el suelo de la ciudad, dejando que se deslizaran por el subsuelo en busca de la más mínima fluctuación de energía mágica. Su conexión con las cadenas le permitiría sentir cualquier alteración inusual en los cimientos de Wisdom.

Por otro lado, Cecily, en su forma de Fenrir, recorría la ciudad a toda velocidad. Se movía con agilidad entre los edificios, revisando callejones, túneles ocultos y cualquier sitio peculiar que pudiera captar su atención. Su olfato agudo y su velocidad la convertían en la exploradora perfecta para la misión.

Por último, Theo y Lily decidieron quedarse en el templo, revisando la información disponible sobre Medusa en un antiguo libro que yacía en la biblioteca de este lugar. No sería tan efectivo como un grimorio de las ruinas, pero quizá podría ayudarles. Pues sabían que encontrar una pista clave podría ahorrarles un sinfín de problemas. Al fin y al cabo, Theo destacaba más por su aguda inteligencia que por sus habilidades físicas, y Lily tenía un gran ojo para captar detalles que otros podrían pasar por alto.

Mientras todo esto sucedía, nuestros protagonistas se acercaban a la entrada de las ruinas.

Frente a ellos, una enorme grieta espacio-temporal flotaba en el aire, distorsionando la realidad como si el propio espacio se desmoronara en aquel punto. Se encontraba en una pequeña isla situada en el centro del Lago de la Sabiduría de Wisdom. La brisa era suave, pero el aire se sentía denso, cargado de una energía ancestral.

Para cruzar sin mojarse, Takashi alzó una mano y, con su magia, hizo crecer un árbol gigante desde las profundidades del lago. Sus raíces emergieron con fuerza, extendiéndose y entrelazándose hasta formar un puente natural que conectaba ambas orillas.

"No sabía que la madera también podía ser un tipo de magia." comentó Ashley, observando con asombro la estructura viva ante sus ojos.

"Jajaja, pues sí. La magia de la madera existe, pero no es la mía." respondió Takashi con una sonrisa. "Mis habilidades están relacionadas con las plantas en sí. Lo que he hecho aquí es simplemente acelerar el crecimiento de un árbol para que nos sirva de camino."

"Entiendo." dijo Hansel, impresionado. "Eso es una pasada."

"Ya te digo. Controlar las plantas tiene que ser increíblemente útil..." añadió Ashley, maravillada por las posibilidades.

"Es que Takashi es el mejor." comentó Keipi con una sonrisa despreocupada, haciendo que su amigo de la infancia se pusiera rojo como un tomate.

"Me ha halagado..." pensó emocionado.

Mientras avanzaban sobre el improvisado puente, Marco, que lideraba el grupo, fijó la vista en su objetivo.

"Nos acercamos." anunció, con la mirada clavada en la grieta espacio-temporal que se alzaba imponente a lo lejos.

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Interior de las ruinas.

La sala estaba en absoluto silencio, con el sonido de plumas raspando el papel como único acompañante. Tres de los ladrones transcribían los antiguos textos de los Registros Akáshicos a hojas sueltas. Dos de ellos lo hacían a un ritmo normal, con paciencia y precisión, mientras que Perfume escribía a una velocidad sobrehumana, llenando página tras página en cuestión de segundos. Su magia, que le permitía acelerar sus propios movimientos, la convertía en una herramienta invaluable para su misión.

Cada palabra copiada contenía secretos milenarios, conocimientos prohibidos que jamás deberían salir de aquellas ruinas. Pero para el grupo de ladrones Unison, aquello no era más que un negocio.

Al otro lado de la estancia, Jacob, el líder del grupo, leía con detenimiento un antiguo manuscrito. Sus ojos se movían con frialdad, analizando cada detalle de la información que tenían frente a ellos. Sin embargo, su concentración se vio interrumpida cuando Verzabas, la anciana vidente del grupo, dejó escapar un susurro tenso.

Acarició la superficie de su bola de cristal, donde una imagen borrosa comenzaba a tomar forma. Su expresión se endureció al confirmar lo que había visto.

"Señor… ya están aquí…" murmuró con gravedad. "Son cinco de ellos."

Jacob chasqueó la lengua con molestia antes de cerrar el libro con un golpe seco. De inmediato, levantó una mano y los tres ladrones de la mesa detuvieron su escritura al instante.

"Chicos, es hora del descanso." anunció con voz calmada, pero con un brillo peligroso en los ojos.

Los demás dejaron sus plumas y se giraron hacia él con expresiones de expectación.

"¿Vamos a jugar un rato con nuestros invitados?" preguntó Catto, inclinándose sobre la mesa con una sonrisa maliciosa. "¿Usaremos eso?" 

"Ay, sí… no hay nada más divertido que eso." Bivlas dejó escapar una carcajada baja, relamiéndose los labios.

"No os emocionéis tanto, anda." bufó Perfume, aunque la curva de su boca delataba que ella también estaba deseando un poco de acción.

Jacob apoyó una mano sobre el libro que acababa de cerrar y sonrió con confianza. "Por supuesto que lo usaremos. Sin esa reliquia… no tendríamos la victoria asegurada."

Sus palabras hicieron que el ambiente se cargara de anticipación. Sus miradas se cruzaron, cómplices, mientras una presencia oscura parecía envolver la sala.

Nuestros protagonistas estaban a punto de entrar en su terreno. Y ellos estaban listos para darles la bienvenida.

Continuará…

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