El reloj marcaba la medianoche cuando nuestros protagonistas, ya inscritos como participantes del torneo, fueron teletransportados de inmediato, dejando a Lily y Theo completamente solos en la aeronave.
"Mucha suerte, chicos..." murmuró Lily, con una sonrisa nerviosa. "Podéis lograrlo."
Sala vacía, en una dimensión alternativa.
Los cinco integrantes del grupo aparecieron en un espacio completamente blanco, sin paredes visibles, ni techo ni suelo discernible: un lugar donde el horizonte parecía no tener fin.
"¿Dónde estamos?" preguntó Ryan, girando sobre sí mismo, en alerta.
"Es un espacio dimensional del tipo especial, probablemente creado solo para esta prueba," analizó Cecily con serenidad.
"Supongo que aquí empezará la eliminatoria," añadió Marco, observando el entorno.
En ese instante, una pantalla flotante apareció a unos metros sobre el suelo, proyectando la imagen de Aspasia, la organizadora del torneo.
"Buenas noches a todos los participantes, y bienvenidos a la maravillosa ronda eliminatoria del Majestuoso Torneo de Lucha de Aspasia", anunció la anciana con una sonrisa encantadora. "Hasta hace apenas unas horas seguíamos recibiendo inscripciones. En total, hemos reunido cerca de trescientos equipos dispuestos a luchar por el premio."
"¿¡Trescientos!?" exclamó Ashley, completamente sorprendida.
"Desde luego que han juntado gente..." murmuró Hansel, impresionado.
"Esta cifra supera ampliamente nuestras expectativas iniciales, por lo que esta primera ronda está diseñada específicamente para reducir de forma considerable el número de equipos que pasarán a la siguiente fase", explicó Aspasia con naturalidad.
"Con trescientos grupos, algunos de hasta seis integrantes... es imposible de gestionar sin apoyo masivo. Ni siquiera la Iglesia de Yumeith tendría los recursos para controlar algo así con eficiencia", comentó Cecily, cruzándose de brazos.
"Lo preocupante es saber a cuántos equipos eliminarán," dijo Hansel con el ceño fruncido.
"A la ronda de batallas solo avanzarán sesenta y cuatro," continuó Aspasia, sin perder la compostura. "Estos serán agrupados de forma aleatoria en ocho bloques de ocho equipos cada uno. Cada bloque combatirá por turnos hasta que solo quede un vencedor."
"¿Hasta que solo quede uno?" repitió Ryan, intentando seguir la explicación.
"Los ganadores de cada bloque pasarán a la ronda final," concluyó Aspasia, su tono tornándose algo más enigmático. "Aunque los detalles de esa etapa se mantendrán en secreto... al menos por ahora."
"Vaya... parece que será más fácil de lo esperado", comentó Marco tras escuchar la explicación.
"Sí... la verdad es que ha sido muy clara. Se agradece", suspiró Ashley, aliviada por haberlo entendido todo a la primera.
"Bien", continuó Aspasia, adoptando un tono más formal. "Ahora pasaremos a explicaros el funcionamiento de esta fase. Para garantizar la máxima equidad, hemos decidido que esta ronda consistirá en una carrera de obstáculos. Solo los sesenta y cuatro grupos que crucen la meta en primer lugar pasarán a la siguiente fase del torneo."
"Así que... una carrera", comentó Cecily con una sonrisa tranquila.
"Sí, pero de obstáculos... Así que imagino que no se tratará simplemente de correr más rápido que los demás", añadió Marco, pensativo.
"De eso estoy completamente seguro", dijo Hansel, con los brazos cruzados.
"En exactamente dos minutos, todos seréis teletransportados simultáneamente a vuestra respectiva dimensión de prueba", continuó Aspasia. "Competiréis en escenarios separados, por lo que no tendréis contacto con otros equipos. Los sesenta y cuatro equipos más rápidos avanzarán. Es la forma más justa de medir vuestras capacidades."
"Importante: todos los miembros del equipo deben cruzar la meta. Si uno solo queda atrás, vuestro resultado no contará. Y sí, todos recorreréis el mismo circuito."
Aspasia hizo una breve pausa y concluyó con una sonrisa: "Buena suerte a todos. Nos vemos en la siguiente fase."
La pantalla desapareció en el aire.
"Chicos, tendremos que colaborar si queremos superar esto con éxito", dijo Marco, con firmeza. "Cuento con vosotros para dar lo mejor, como siempre hemos hecho."
"¡Dalo por hecho!" respondió Ashley, alzando el puño.
"¡Exacto! ¡Somos el mejor equipo!" sonrió Cecily con entusiasmo.
"¡Vamos a darlo todo! ¡Hasta Keipi va a morirse de envidia cuando vea lo que conseguiremos sin él!" murmuró Ryan, rebosando energía.
"¡Seremos los primeros en llegar!" añadió Hansel, seguro de sí mismo.
Todos acercaron sus manos al centro, formando un círculo. Con una sonrisa decidida, las alzaron al unísono, justo antes de ser teletransportados a la dimensión de la prueba.
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Dimensión de la carrera.
Nuestros protagonistas aparecieron al pie de una montaña. Desde allí, alzando la vista, distinguieron un portal en lo alto de la cima. Sobre él, grabada en letras resplandecientes, se leía una única palabra: “Meta”.
"Así que tenemos que llegar hasta allí..." murmuró Ryan, observando la altura.
"¡Pan comido!" exclamó Hansel con una sonrisa confiada.
"¡Vamos!" gritó Marco, y el grupo empezó a correr por el terreno pedregoso, ascendiendo con cautela, atentos a cualquier posible amenaza.
"¡No bajéis la guardia!" advirtió Ashley. "¡Seguro que esto no es tan sencillo como parece!"
"¡Sí, atentos!" respondió Ryan, girando la cabeza de un lado a otro.
De pronto, el suelo tembló ligeramente bajo sus pies. Frente a ellos, comenzaron a emerger dos enormes gólems de roca, robustos y amenazantes. Parecían formidables… pero nuestros protagonistas estaban más que preparados. Especialmente nuestra ladrona.
Cecily se agachó de golpe, y activó su Modo Fenrir. Solo que esta vez, algo era distinto.
Antes, su aura eléctrica chisporroteaba caóticamente a su alrededor, dándole un aspecto canino sin forma definida. Pero ahora... la energía se ajustaba con precisión a su silueta, dando forma a un lobo eléctrico de aspecto salvaje y perfectamente esculpido. Más feroz. Más veloz. Más letal.
En menos de un segundo, Cecily desapareció de la vista de sus compañeros y reapareció entre los dos gólems. Con un movimiento ágil, pateó el pecho del primero, haciéndolo estallar en pedazos. Luego, con un salto acrobático, rodeó con las piernas el cuello del segundo, giró en el aire y lo arrastró contra el suelo en una llave fulminante que lo desintegró al instante.
"Increíble..." susurró Ashley, boquiabierta.
"¡Limpio!" dijo Cecily con una sonrisa orgullosa, sacudiéndose el polvo.
"Esta tía..." comentó Marco, impresionado. "Ha mejorado una barbaridad." No pudo evitar sonreír con orgullo.
"¡Continuemos! ¡No tenemos tiempo que perder!" gritó Hansel, echando a correr de nuevo sin mirar atrás.
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Fémina, dimensión de Keipi.
El joven cayó de rodillas sobre el suelo, jadeando sin aliento. Estaba empapado en sudor, con el cuerpo tembloroso por el agotamiento. Apenas podía mover un músculo.
"Pfff..." suspiró Yumeki, llevándose una piruleta a la boca mientras su espada adoptaba lentamente la forma de oso polar. "Me da que esto es imposible para ti... No vas a lograrlo en tan poco tiempo como para participar en ese torneo."
"Joder..." gruñó Keipi, con el rostro crispado. Por primera vez mostraba una emoción más intensa: frustración. "¡Pero necesito conseguirlo! ¡¿No hay alguna forma rápida?!"
"No hay atajos para volverse fuerte, Keichiro," respondió Yumeki con frialdad. "Pero sí hay una forma de vivir varios meses de entrenamiento... en cuestión de días."
Keipi alzó la vista, esperanzado. "¿Cuál es?"
"Hmmm..." Yumeki se quedó pensativa unos segundos. "¿Estás dispuesto a soportar un par de meses de entrenamiento como este, sin descanso?"
"¡Por supuesto! ¡¿Quién te crees que soy?!" respondió con determinación. "¡Soy la mano derecha de Marco, puedo con esto y mucho más!"
Ella lo observó de arriba abajo con escepticismo... y luego suspiró.
"Está bien."
Chasqueó los dedos, y la dimensión tembló ligeramente. De inmediato, una copia de la reliquia apareció frente a ella emitiendo un leve resplandor.
"Cassmin, establece un canal de comunicación con Morgana."
"En proceso." respondió una voz mecánica.
"¿Eh? ¿Cassmin podía hacer eso?" preguntó Keipi, sorprendido.
A los pocos segundos, la voz de Morgana se hizo presente.
"¿Qué sucede, Yumeki?"
"Verás, Mor. No tenemos otra opción si queremos que llegue a tiempo. Necesito que actives el modo definitivo de Cassmin."
"¿Estás segura? Eso implica varios meses dentro sin posibilidad de salir. Será un encierro duro."
"Lo sé... Pero parece que los dos estamos de acuerdo."
"Está bien. Iré a la sala de control y lo activaré. Dame cinco minutos."
La conexión se cortó.
"¿Modo definitivo?" repitió Keipi, confuso.
"Sí. Cassmin tiene una función especial: puede convertir tres días reales en tres meses dentro de esta dimensión. Pero hay una condición: no podremos salir hasta que termine el ciclo." explicó Yumeki, seria. "Tendremos que sobrevivir con lo poco que hay aquí. Será un infierno. ¿Aun así quieres seguir?"
Keipi cerró los puños con fuerza. "Sí. Adelante."
Yumeki esbozó una pequeña sonrisa. "Así me gusta."
"En esos tres meses... ¡Conseguiré tu aprobado y me reuniré con mis compañeros!" declaró Keipi, con los ojos brillando de determinación.
Continuará...
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