jueves, 29 de mayo de 2025

Ch. 152 - Hikari no Umi

Ashley logró derrotar ella sola a sus cuatro contrincantes, otorgando a su grupo el pase directo al segundo día del torneo. Con el puño en alto y una sonrisa cargada de orgullo, nuestros protagonistas decidieron quedarse a disfrutar del resto de enfrentamientos de su bloque.

Durante el tercer encuentro, las batallas fueron mucho más reñidas. Sin embargo, fue el equipo Splash Art quien consiguió la victoria, logrando mantener a dos de sus competidores aún en pie.

Llegaba ahora el enfrentamiento final del bloque C.

"¡Que se acerquen al cuadrilátero Sunny Pirates y Hikari no Umi!" exclamó Anaxandra, captando la atención de todos los presentes.

Ambos equipos avanzaron y se colocaron a cada lado de la arena. Sin embargo, fue el de la imponente mujer castaña quien acaparó todas las miradas del público. Su presencia era magnética, y su nombre resonaba como uno de los grandes favoritos del torneo. Se trataba de una de las guerreras más revolucionarias de la última década, junto a Terón: ella era Shouri, la reina de las montañas.

La acompañaban dos de sus aprendices más poderosos: un chico pelirrojo que portaba una lanza, llamado Futao, y un joven de cabello azulado con un arco a la espalda, llamado Kanu. Juntos formaban el equipo Hikari no Umi, que significa “Mar de Luz” en honor a su país natal, Aozawa, famoso por su economía marítima y sus inmensas playas de aguas cristalinas.

En esta ocasión, ambos grupos estaban formados por tres miembros, por lo que no se esperaba una ronda muy larga. Aún así, todos deseaban ver cómo se desenvolvía en acción la legendaria Shouri.

"Kanu, sube tú primero", ordenó la líder.

"¡Sí!" respondió el joven, saltando con ligereza al cuadrilátero.

El equipo enemigo, compuesto por tres piratas de aspecto pintoresco, envió al escenario a un esqueleto andante. Llevaba un loro de juguete en el hombro y una larga y fina espada en la mano. Se hacía llamar Esqueletiño.

"¡Primer combate! ¡Kanu de Hikari no Umi contra Esqueletiño de Sunny Pirates! ¡Que comience el combate!" exclamó Anaxandra, alzando el brazo.

El pirata desenfundó rápidamente su espada y cargó con brutalidad contra el arquero, quien bloqueó el corte con el acero de su propio arco.

"Nada mal, eres ágil", comentó el esqueleto con una mueca divertida.

"Soy uno de los discípulos más fuertes de Shouri. No me subestimes", respondió Kanu, retrocediendo con un gran salto.

Mientras aún estaba en el aire, creó entre sus manos una flecha de hielo y la disparó hacia su oponente. En pleno vuelo, la flecha se dividió en dos, impactando en los pies del esqueleto y congelándolos al suelo.

"¿¡Qué!? ¡No puedo mover mis huesos!" exclamó Esqueletiño, sorprendido.

"Una vez detienes el movimiento de tu presa... ¡es más fácil cazarla!" gritó Kanu, disparando una nueva flecha que, al avanzar, se transformó en un gigantesco puño de hielo. Este impactó de lleno en el oponente y lo lanzó fuera del escenario, derrotándolo de un solo golpe.

El público estalló en gritos de euforia ante las habilidades del discípulo, comprendiendo de inmediato por qué era uno de los compañeros de Shouri.

"¡Qué tío!" exclamó Ryan, boquiabierto.

"Ha estado increíble", comentó Cecily, aún impresionada.

"Había oído su nombre alguna vez, pero no esperaba que fuera tan imponente..." murmuró Hansel. "Esa mujer... es realmente de armas tomar."

"Y sus alumnos no se quedan atrás... Ese arquero no es para nada débil", añadió Ashley.

"Sea como sea... tendremos que derrotarlos tarde o temprano si queremos llegar a la final", dijo Marco con determinación, sin apartar la vista de la líder rival.

"¡El ganador es Kanu, del equipo Hikari no Umi!" anunció Anaxandra.

Los dos piratas restantes se miraron en silencio. Tras un breve asentimiento, arrojaron una toalla blanca al cuadrilátero. Eran conscientes de que no tenían la más mínima oportunidad frente a Shouri y sus alumnos estrella.

"¡Sunny Pirates se retira del combate! ¡Los ganadores son Hikari no Umi!" celebró Anaxandra con entusiasmo.

Gracias al renombre de su líder y a la impresionante actuación de su discípulo, el equipo comenzó a acaparar apuestas y atención mediática, igualando en popularidad al grupo de nuestros protagonistas.

Con los resultados definidos, los cuatro equipos ganadores se retiraron a sus salas subterráneas para descansar mientras daban comienzo los enfrentamientos del bloque D.

_______________________________

Más tarde.

Los combates del bloque D llegaron a su fin, marcando así el ecuador del torneo en esta intensa jornada. Justo cuando la emoción comenzaba a asentarse en el ambiente, las pantallas distribuidas por todo el recinto se encendieron mostrando una transmisión directa: Aspasia, con su rostro inmutable, apareció en escena.

"Se otorgará un descanso de cuarenta y cinco minutos para que los equipos puedan reponer fuerzas. Aprovechad para comer, hidrataros y descansar. Los combates se reanudarán justo después", anunció con su habitual tono solemne.

La noticia fue recibida con alivio general. Los equipos se retiraron a las salas subterráneas asignadas mientras la energía vibrante del estadio se diluía poco a poco en un ambiente más relajado.

Durante ese tiempo, los participantes podían salir de sus habitaciones para interactuar con otros equipos, siempre y cuando no abandonaran los niveles subterráneos. El olor de la comida caliente flotaba en el aire, mezclándose con el murmullo de conversaciones y el sonido de vasos chocando.

En una de las salas, nuestros protagonistas disfrutaban de un momento tranquilo. Sentados alrededor de una mesa de piedra con bancos acolchados, comían lo que podían encontrar en la mesa con alimentos que el staff les había dejado.

"¿Y si vamos a visitar a Takashi y los demás?" propuso Ashley entre bocados, con la boca medio llena de arroz y carne.

"Están en el bloque E", respondió Marco, sujetando un bocadillo con ambas manos. "Después del descanso es posible que les toque combatir, así que lo mejor será dejarles descansar bien."

"¡Tiene razón!" apoyó Ryan, mientras mordía una rodaja de sandía con entusiasmo. Masticaba a toda velocidad, como si tuviera miedo de perder el sabor. "Ahora mismo deben concentrarse en ganar. Ya hablaremos con ellos más tarde."

"Bueno, al menos estaremos cómodos viendo el resto de combates desde esta salita", comentó Hansel, acomodándose en el banco con una sonrisa.

"Sí… pero me molaría más estar arriba", replicó Cecily, mirando hacia el techo como si pudiera ver el cielo. "Allí el aire te hace sentir todo más real y eufórico. Como si cada grito del público pasara por tu piel."

De pronto, un par de suaves golpes en la puerta interrumpieron la conversación.

"¡Pasad!" dijo Marco sin pensarlo demasiado, esperando tal vez a algún asistente del torneo.

Pero para su sorpresa, las figuras que cruzaron el umbral no eran otras que los miembros de Hikari no Umi.

La primera en entrar fue Shouri, imponente incluso en un entorno informal. Llevaba una botella de cerveza en la mano y una sonrisa relajada en el rostro. Sus pasos eran firmes, decididos, como si dominara incluso los momentos de descanso.

"Buenas tardes", saludó con voz templada. "Hemos venido a daros la enhorabuena por pasar de ronda. Vuestra actuación contra los Motor Rangers fue increíble."

"¡Eso, eso!" añadió Futao, levantando la mano en señal de saludo con una sonrisa desbordante de energía.

Ashley parpadeó sorprendida, sonrojándose ligeramente. "Oh, gracias..."

"¡Pasad, pasad!" dijo Marco, levantando una mano para señalar el banco libre que quedaba junto a ellos.

Shouri se dejó caer con naturalidad, estirando las piernas y apoyando los pies sobre la mesa sin ningún tipo de vergüenza. Luego dio un largo sorbo a su cerveza y soltó un suspiro satisfecho. "¡Qué buena está!"

"¿Solo habéis venido a felicitarnos?" preguntó Marco, aún con cierta sorpresa en el tono.

"Bueno, también para conocernos un poco", intervino Kanu con su habitual serenidad. "Es inevitable que acabemos enfrentándonos, ¿no?"

"¿Crees que nos cruzaremos en combate?" preguntó Cecily, apoyando la barbilla sobre una mano.

"Sí. Por el formato del torneo", respondió Futao mientras se sentaba. "El ganador del primer combate se enfrenta al del segundo, y así sucesivamente. Viendo cómo están yendo las cosas, lo más probable es que nos veamos las caras el tercer día."

"Eso tiene sentido", asintió Ashley, pensativa.

"Y, sinceramente..." añadió Shouri, dejando la botella vacía sobre la mesa, "viendo el espectáculo que disteis en el cuadrilátero, no me cabe la menor duda de que derrotaréis a esos Symphoniacs mañana."

"¿No estás presuponiendo demasiado?" preguntó Marco con cautela.

"Claro que no", respondió la veterana con una sonrisa astuta. "Por algo lleváis esas pulseras de represión mágica."

La mesa enmudeció. Todos los miembros del equipo se quedaron inmóviles, mirando a Shouri con sorpresa. Se suponía que nadie debía notar la verdadera función de esas pulseras que llevaban.

"¿Cómo sabes eso?" preguntó nuestro protagonista, endureciendo la voz y poniéndose en alerta.

"No os alarméis", dijo ella, levantando una mano para calmar el ambiente. "Nadie más lo sabe. Fui discípula de Morgana, como vosotros, o eso intuyo. Por eso logré sobrevivir a los conflictos bélicos de hace una década y me gané mi reputación. Después de aquello, me retiré y fundé mi propia escuela militar. Y conozco esas pulseras... porque yo también llevé unas."

"¿Conociste a Morgana?" preguntó Ashley, sorprendida.

"Eso sí que no lo vi venir..." murmuró Hansel.

Shouri asintió, con una expresión más seria ahora. "Esa mujer me salvó la vida. Le pedí que me hiciera fuerte. No para ser una heroína, sino para sobrevivir. Para no tener que depender jamás de nadie."

Luego cruzó los brazos, observando a Marco con atención.

"Y por eso captasteis mi atención. Si Morgana ha decidido entrenar a un grupo como el vuestro, incluyendo hombres —lo cual no es común en su historial—, significa que está apostando por algo muy concreto. Y eso me hace pensar que ella… tiene algún objetivo oculto."

El emperador bajó la mirada un segundo, luego la alzó con decisión.

"Sí, lo tiene. Pero hicimos un compromiso de lealtad. No podemos hablar de ello sin su consentimiento. Así que me temo… que no puedo decir nada más."

"Ese Marco… siempre salvándonos el culo", pensó Ryan, con media sonrisa.

Shouri guardó silencio unos segundos. Luego se levantó, dejando la botella vacía sobre la mesa.

"Una pena", comentó. "Porque si fuera realmente necesario que ganaseis este torneo, os habríamos dejado pasar a la final sin más. Pero me temo que os lo pondremos difícil. No soy de las mujeres a las que les gusta que le oculten cosas."

"Está bien así", dijo Marco. "Nosotros tampoco queremos que nos regaléis la victoria. Queremos un duelo justo. Solo así podremos demostrar lo fuertes que somos."

Shouri lo observó con intensidad, luego soltó una pequeña carcajada.

"Je..." suspiró. "Aunque me ocultes cosas, no puedo evitar sentir empatía contigo. Me caes bien, colega. Así que... os espero en el cuadrilátero. A ver si sois capaces de derrotarnos."

Sin más palabras, los tres miembros de Hikari no Umi se dieron media vuelta y abandonaron la sala, cerrando la puerta tras ellos.

"Pff… Qué tensión..." murmuró Cecily, soltando el aire.

"Ya te digo", comentó Hansel, frotándose la nuca.

"Igualmente, sean quienes sean... ganaremos", dijo Marco, mirando al frente con decisión.

"¡Sí! ¡De eso no te quepa duda!" sonrió Ashley, contagiada por el ánimo.

"¡No podrán superar nuestras habilidades actuales!" exclamó Ryan, emocionado.

Poco después, las pantallas se encendieron de nuevo y los combates se reanudaron. Tal como esperaban, el grupo de Takashi fue de los primeros en salir al escenario. Su victoria fue aplastante, generando vítores del público.

Los enfrentamientos se sucedieron uno tras otro hasta llegar al último del bloque H, y cuando por fin cayó la noche sobre el estadio, un espectáculo de fuegos artificiales cubrió el cielo, tiñéndolo de luces y colores.

Así concluyó el primer día del torneo.

Continuará…

No hay comentarios:

Publicar un comentario