jueves, 13 de noviembre de 2025

Ch. 258 - El plan de Marco

Templo del Oeste.

Tras varios días de viaje junto a Priscilla para descifrar los jeroglíficos de los templos y descubrir la verdad oculta tras los Ballure, Kaito aterrizó frente al Templo del Fuego.

Ambos descendieron de la ballena, que se desvaneció poco después en una lluvia de luz azulada.

"Buen trabajo, compañera." dijo el monje con una leve sonrisa, inclinando la cabeza hacia su Kami.

Priscilla observó la imponente estructura con atención. "Bien... este es nuestro tercer objetivo." comentó, ajustándose un mechón de pelo tras la oreja. "Y parece que también lograron desactivar la barrera de este templo."

"De mis compañeros no dudé ni un segundo." respondió Keipi con una sonrisa confiada. "Sabía que lo lograrían."

"Entonces centrémonos en lo importante." replicó el arma mítica, avanzando hacia la entrada con paso decidido.

El dúo se internó en los pasillos del templo. Las antorchas crepitaban suavemente, proyectando sombras danzantes sobre las paredes repletas de símbolos. Mientras caminaban, continuaron hablando sobre los descubrimientos anteriores.

"Ya tenemos dos de las cuatro coordenadas que marcan la ubicación del supuesto quinto templo." recordaba Keipi, pasando los dedos por los jeroglíficos. "Y esas frases misteriosas… con nombres que nunca había oído, como ‘Europa’."

Priscilla asintió mientras revisaba su cuaderno. "Sí. El primer templo mencionaba que el Proyecto Pythiria se llevó a cabo en la Federación Nórdica de Europa, en el planeta Tierra, año 3075."

El monje arqueó una ceja. "¿Tierra...? Qué nombre más raro para un planeta." murmuró, intrigado.

"Y el templo del Este nos dio más contexto." añadió ella, hojeando sus notas. "Aquí está: ‘Debido al estallido de la Quinta Guerra Mundial, a raíz de la crisis política de la Asociación de Naciones Unidas Americanas en el 3069, el Parlamento de la Federación Nórdica de Europa aprobó en el 3075 la experimentación humana, dando inicio al Proyecto Pythiria.’"

Keipi se quedó en silencio unos segundos, asimilando la información. "Entonces... el Proyecto Pythiria fue un experimento con humanos en un mundo distinto al nuestro." resumió con tono grave.

"Exactamente. Pero aún nos faltan piezas del rompecabezas." respondió Priscilla, deteniéndose ante una puerta decorada con símbolos ígneos. "Y aquí... puede que encontremos una tercera parte para resolver el misterio de los Ballure."

Las llamas de las antorchas se inclinaron al abrirse la puerta, revelando la sala de la máscara de fuego, bañada por un resplandor rojizo. Los jeroglíficos brillaban sobre las paredes como si respondieran a su llegada.

Keipi dio un paso al frente, con una sonrisa serena. "Manos a la obra."

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Campamento.

Una vez todos comieron y se tomaron un momento para relajarse, decidieron dar el siguiente paso en su plan. Aún así, el ambiente seguía algo pesado tras la noticia de la posible traición de Ashley.

Y quien más lo sentía en el fondo era Marco. Ahora estaba sin sus dos mejores amigos y compañeros, las dos personas en las que más confiaba.

"¿Estás bien?" le preguntó Lily, revoloteando cerca de su hombro.

"S-Sí..." respondió él, con un tono apagado.

"Oye..." insistió la hada, mirándole con dulzura. "Sé que Keipi y Ashley no están aquí, pero no te olvides de los demás. También seguimos contigo."

El joven levantó la vista, sorprendido por sus palabras. Entonces, al mirar a su alrededor, comprendió que tenía razón. Vio a Gretel y Theo charlando con Kanu y Futao; a Cecily y Nathalie tomando una cerveza entre risas; a Ryan y Shouri entrenando bajo la luz tenue; y a Nicole bebiendo un té junto a Faralalan.

"Es cierto..." murmuró con una leve sonrisa. "No estoy solo. Y justo ahora, es cuando más necesitan a su emperador."

"¡Eso es!" animó Lily, dando una pequeña voltereta en el aire.

Marco se levantó con determinación y se acercó al grupo. "Chicos, ha llegado la hora de partir hacia Al-Amphoras. Pero antes, tengo un plan."

Shouri soltó una carcajada, encendiendo un cigarro. "Vaya, y yo que pensaba improvisar siguiendo a Faralalan. Adelante, soy toda oídos."

"Mi idea es dividirnos." comenzó nuestro protagonista. "Un grupo se presentará oficialmente ante los Ballure para cooperar desde dentro, guiados por Faralalan. El otro se encargará de investigar los campos de batalla y reunir información sobre la situación bélica entre ambos países."

Kanu asintió, impresionado. "Tiene sentido. Un frente político y uno táctico. Es un plan sólido."

"Estoy de acuerdo, me parece un plan digno de Morgana." añadió Nicole, seria.

"Pero hay algo más de lo que quería hablaros." dijo Marco, cruzando los brazos. "No quiero dejar a Keipi solo con Priscilla en su misión. Por eso enviaré a dos personas como apoyo."

"¿Y quiénes serán?" preguntó Ryan, curioso.

"Nicole y Lily." respondió con firmeza. "Quiero que vosotras dos vayáis a ayudarle."

"¿Nosotras?" se sorprendió la hada.

"¿Por qué?" añadió la sanadora, sin terminar de entender su decisión.

Marco alzó la mirada, analítico. "Teniendo en cuenta el tiempo que ha pasado, el templo del que partieron y la velocidad de Kaito —según me contó Keipi—, en estos momentos deberían estar dirigiéndose hacia el templo del norte como su último objetivo."

"Nicole, tú podrías alcanzarlos rápido gracias a tus alas, y tu magia de sanación puede ser vital si de casualidad acabase herido. Y también, conoces los jeroglíficos, podrías ayudarles con la traducción. Y tú, Lily... eres la guía de Pythiria. Si hay misterios que resolver que giran alrededor de nuestro planeta, no hay nadie mejor que tú para hacerlo."

Las dos se miraron, algo dudosas, pero comprendieron que el emperador hablaba con convicción.

"Está bien." asintió Lily. "¡Cuenta conmigo!"

"Y conmigo también." añadió Nicole. "Si confías en mí, no te fallaré. Aun con mi velocidad máxima, me tomará un día llegar hasta ellos."

"Será suficiente. Seguramente llegues antes que Keipi." respondió Marco con una leve sonrisa.

Shouri los observó en silencio, dando una larga calada a su cigarro.

"Increíble..." pensó. "En cuestión de minutos ha diseñado un plan perfecto para dividirnos sin perder fuerza, y ha mandado a las dos personas ideales para apoyar en la misión de los jeroglíficos... Sí, cada día te pareces más a un verdadero emperador."

Entonces Marco continuó explicando su plan:

"El grupo que se reunirá con la princesa estará formado, obviamente, por Faralalan, ya que es nuestra guía. Shouri, por su fama como leyenda bélica y porque fue la primera en contactar con los Ballure. Theo y Gretel, por sus amplios conocimientos, Cecily... y yo."

"Oh, ¿quieres que vaya contigo?" preguntó la ladrona, arqueando una ceja.

"Sí, la verdad es que me gustaría tener a alguno de mis paladines cerca por si pasa algo. Y tú eres la segunda más rápida de todos, podrías alcanzar al otro grupo en minutos si fuese necesario." respondió con firmeza.

"Entonces, cuenta conmigo." sonrió Cecily.

"Me parece un buen plan." comentó Shouri, cruzada de brazos.

"Entonces, los que quedamos..." intervino Kanu. "Futao, Ryan, Nathalie y yo nos encargaremos de investigar las zonas donde se han producido los conflictos bélicos, ¿no?"

"Exacto." asintió Marco. "La barrera cubre un territorio mucho más amplio que la ciudad. Hay hectáreas de desierto y ruinas dentro del perímetro, así que necesitamos información de esos lugares."

"Me parece bien." dijo Nathalie, abriendo otra cerveza con calma.

"A mí también." añadió Ryan, chocando sus puños con determinación.

"Idem." murmuró Futao mientras limpiaba la punta de su lanza.

"Perfecto." concluyó Marco. "Vosotros cuatro daréis un rodeo hacia el norte de la ciudad y comenzaréis la investigación desde allí."

"¡Entendido!" respondió Ryan con energía.

"¡Cuidaros todos!" añadió el emperador, alzando la voz. "¡Nos reuniremos de nuevo cuando Nicole y Lily regresen con Keipi! ¡Manteneos a salvo hasta entonces!"

"¡Sí!" respondieron todos al unísono.

Los grupos se separaron.

Lily se sujetó con fuerza a la cabellera de Nicole y la sanadora desplegó sus alas, elevándose con velocidad hacia el norte.

El equipo de Ryan reunió sus cosas y partió por la derecha, bordeando lo que antes había sido la barrera. Mientras tanto, el grupo de Marco avanzó hacia el frente, con paso decidido.

"A-Al fin... al fin podré volver a verte, abuelita..." pensó Faralalan con los ojos brillantes de emoción.

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Templo del oeste.

"¡Ya lo tengo!" exclamó Priscilla, golpeando suavemente el bloc de notas con el lápiz tras terminar de anotar su traducción de los jeroglíficos.

Keipi esbozó una sonrisa despreocupada. "Parece que sí que valió la pena parar en aquel pueblo lleno de amatistas solo para comprar algo donde anotar la información, ¿eh?"

Priscilla lo ignoró, impaciente. "¡Eso no importa ahora! ¡Presta atención!" comenzó a leer con rapidez, sus ojos brillaban de emoción y miedo a la vez. "El Proyecto Pythiria utilizó a miles de menores de edad, secuestrados en campamentos de refugiados y orfanatos de toda Europa, con el objetivo de convertirlos en armas humanas de guerra… inyectándoles fragmentos del asteroide Yumeith."

El monje se quedó boquiabierto. "¿Asteroide Yumeith…? ¿No es… el nombre de ese Mesías?"

Priscilla asintió con un temblor apenas perceptible. "Sí… Kei… estamos descubriendo una verdad que se había perdido. Y esto… esto va mucho más allá de los Ballure."

El espadachín tragó saliva, incapaz de articular palabra por un instante.

Priscilla se recogió el pelo en una coleta alta y sostuvo el bloc con firmeza. "Tengo la tercera coordenada anotada. Es hora de ir al norte… y averiguar donde se esconde el quinto templo."

Ambos salieron del templo con la mirada fija en el horizonte, decididos y preparados para lo que viniera.

Continuará...

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