martes, 2 de diciembre de 2025

Ch. 272 - La verdad que yace en el templo del tiempo

Tras derrotar a Vivaldi en un ardiente combate en caída libre, Keipi ascendió gracias a Kaito, quien le dejó justo frente a la enorme entrada de la sala. El monje aterrizó con suavidad mientras el espíritu-marino se desvanecía.

Al avanzar hacia sus compañeras, con una sonrisa cansada pero orgullosa en el rostro, vio cómo Priscilla se incorporaba de un salto, llena de emoción. La luz azulada de los jeroglíficos danzaba sobre sus mejillas, reflejando la intensidad del momento.

"¡Lo tenemos!" exclamó ella eufórica.

"¿Pudiste traducir todo?" preguntó Lily, todavía con los ojos muy abiertos, incrédula.

"¡Somos imparables!" celebró Nicole, que había estado asistiendo con la traducción, levantando el puño con orgullo.

"Y el enemigo fue abatido también." comentó Keipi, reuniéndose finalmente con ellas, dejando escapar un leve suspiro de alivio.

"¡Kei! ¡Sabía que lo lograrías sin mí!" gritó Priscilla antes de lanzarse a abrazarlo con fuerza. "¡Ya lo tengo todo traducido y la verdad está en mis notas!"

"Buen trabajo." sonrió el monje, revolviéndole suavemente el pelo.

"¿Y bien? ¿Cuál es ese secreto de las princesas?" preguntó Lily, apoyándose sin darse cuenta en el hombro de la sanadora.

"No es solo un secreto…" respondió Priscilla, soltando a Keipi. Dio un par de pasos hacia adelante, girándose hacia la pared de jeroglíficos que brillaba como si respirara. “Es… toda una historia del pasado.”

"De un pasado… que podemos etiquetar como perdido." añadió Nicole en tono grave, cruzándose de brazos mientras la tensión se apoderaba de la sala.

"Escuchad… con atención." dijo el arma mítica, alzando su cuaderno. El eco de su voz retumbó entre las columnas milenarias mientras las luces del templo parecían avivarse, como si el propio lugar aguardara el relato.

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Debido al estallido de la Quinta Guerra Mundial, provocado por la crisis política generada por la Asociación de Naciones Unidas de América, la Federación Nórdica de Europa se vio obligada a intervenir y reforzar su defensa para resistir la interminable guerra que se avecinaba.

A diferencia de su enemigo, no contaban con armamento nuclear. Por ello, las altas cumbres políticas aprobaron uno de los proyectos más crueles y desgarradores de la historia: la experimentación humana.

Utilizando fragmentos del asteroide Yumeith que había impactado contra la Tierra años atrás como fuente de energía, comenzaron a inyectarlos en niños pequeños con la esperanza de que desarrollasen habilidades paranormales y se convirtieran en armas orgánicas de guerra.

Para el proyecto, numerosos niños de orfanatos y de campamentos de refugiados fueron puestos bajo “custodia”, sin saber que la mayoría de ellos estaban siendo conducidos a una muerte segura.

En la primera fase preliminar, los obligaron a establecer contacto directo con el asteroide, forzándolos a apoyar la mano sobre su superficie rocosa. La mera radiación desprendida por este bastó para matar al 60% de los candidatos.

Los supervivientes fueron divididos en grupos de tres y pasaron a la fase de inyección y observación constante. Aunque al principio sus cuerpos parecían resistir la inclusión del fragmento de Yumeith, con el paso de los días su organismo acababa deshaciéndose en una repugnante masa de carne descompuesta.

Fue en este periodo de prueba cuando ?????? las conoció. Las tres fueron encerradas juntas durante la segunda fase de la experimentación y, mientras esperaban ser inyectadas y puestas bajo vigilancia, se dedicaron a hablar y a compartir sus historias.

Las dos chicas se llamaban Phara y Zade: niñas encantadoras que no dejaron sola a ?????? ni un instante, ayudándola a sobrellevar sus miedos.

Las tres deseaban que alguien las rescatase de aquel laboratorio. Incluso compusieron una pequeña nana que cantaban por las noches, cuando dormían juntas para espantar el miedo.

Ese mes que pasaron unidas fue suficiente para convertirlas en mejores amigas, en un apoyo mutuo. Para ??????, ellas dos se convirtieron en sus pilares y en el valor que le faltaba.

Cuando llegó su turno, entraron al laboratorio cogidas de las manos. Se animaron mutuamente mientras recibían la inyección y pidieron permanecer juntas durante la observación. Los científicos no se opusieron: tal vez fuera su último deseo.

El primer día transcurrió sin complicaciones. Pero en el segundo, la única que empezó a sentirse extraña fue ??????, algo totalmente novedoso para los científicos, que decidieron examinarla de inmediato.

La sacaron de la sala y la llevaron de vuelta al laboratorio. Allí comenzó a gritar de dolor: su cabeza parecía estar a punto de estallar. Soltó un alarido y, de pronto, varios científicos salieron despedidos por los aires. Los había sacudido con la mente.

Aquello fue el primer indicio de éxito en todo el experimento. Por ese motivo decidieron centrarse en ??????, separándola de Phara y Zade mientras observaban su evolución.

Durante toda una semana, la pequeña se sometió a entrenamientos exhaustivos para determinar el alcance de las habilidades que el asteroide Yumeith le había otorgado. Los resultados dejaron a todos perplejos: podía manipular el fuego, el agua y el resto de los elementos; mover objetos con la mente; teletransportarse… y un largo etcétera de capacidades imposibles.

?????? se había convertido en el primer éxito del experimento. Por ello, se le concedió un deseo dentro de las instalaciones, y ella pidió volver a reunirse con Phara y Zade.

Durante días le aseguraron que sus amigas estaban sanas y salvas, pero aquello era una absoluta mentira. Cuando ?????? entró en la habitación donde se había despedido de ellas, lo único que encontró fueron dos masas de carne descompuesta en el suelo, aún vestidas con sus ropas.

La niña rompió a llorar, desconsolada y consumida por la rabia: ni siquiera había podido despedirse de sus dos mejores amigas. Pero… ahora tenía poder. Poder para hacer algo, para no perderlas jamás.

Con las manos temblorosas, se concentró sobre los restos y extrajo las almas de sus amigas, introduciéndolas en su interior para que siempre permanecieran a su lado.

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"Qué triste..." murmuró Keipi, con la mirada clavada en el suelo. "No poder despedirte ni de tus amigos… es algo que ni yo quisiera experimentar."

"La vida era terriblemente injusta en aquel entonces…" añadió Nicole con un suspiro.

"Sea como sea… el siguiente extracto está demasiado dañado por el paso del tiempo," explicó Priscilla, hojeando sus notas. "Así que tendremos que saltarnos varios años y pasar directamente a la siguiente parte de la historia."

"¿En serio?" se sorprendió Lily.

"Me temo que sí…" respondió la arma, visiblemente apenada.

"Continúa entonces, Pris." pidió Keipi con suavidad.

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Una vez finalizada la Quinta Guerra Mundial, el conflicto evolucionó hacia una lucha completamente distinta. Los dos únicos éxitos del experimento crecieron hasta ocupar posiciones políticas opuestas, enfrentándose en una guerra tan prolongada y devastadora que terminó por destrozar el planeta entero, reduciéndolo a cenizas.

??????, a quien los científicos habían bautizado como Pythiria, fue quien salió victoriosa. Sin embargo, su oponente, conocido como Yumeith, seguía con vida pese a ser solo un corazón flotando en el espacio infinito.

Sus poderes los habían convertido en seres totalmente inmortales. Nada podía matarlos. La única alternativa posible era sellarlo para siempre. Así que Pythiria decidió separar el cuerpo de Yumeith de su energía mágica.

Para lograrlo, combinó sus conocimientos del planeta Tierra con las criaturas e historias de sus cuentos infantiles, y creó desde cero un nuevo mundo: el planeta Pythiria. En su núcleo dejó sellado el cuerpo original de Yumeith.

Pero aquel acto tuvo un precio. Para dar forma al planeta, ?????? transformó su propio cuerpo en él, manteniendo viva únicamente su consciencia. Su magia se dispersó con el tiempo entre todos los seres que habitaron ese mundo. Para evitar que el nuevo planeta repitiera el destino de la Tierra, ella misma se encargaría, desde dentro, de escoger a su emperador.

Aún quedaba un problema: la energía mágica de Yumeith. Pythiria la selló en una piedra preciosa, a la que llamó gema infinita, y creó todo un país encargado de custodiarla en secreto: los Ballure.

Solo faltaba una pieza más. Una figura política que protegiera y guiara al mundo en su nombre. Para ello, utilizó las almas de sus dos amigas, Phara y Zade, permitiendo que reencarnaran una y otra vez en distintas personas, convirtiéndose así en las princesas eternas de Luore.

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"Y a partir de aquí… termina toda la información de este lugar." anunció Priscilla cerrando su cuaderno con un leve suspiro, como si el peso de la historia aún le temblara en las manos.

"Entonces… esas princesas son reencarnaciones de las amigas de nuestro planeta… ¿no?" murmuró Nicole, aún con los ojos muy abiertos.

"No… no tenía ni idea de algo así… Y eso que fui creada por ella." dijo Lily, completamente anonadada.

"Piensa que lo bonito es que lo hemos descubierto todos juntos." la animó la sanadora, con una sonrisa de oreja a oreja.

"Cierto." sonrió tímidamente la hada, intentando procesarlo todo.

"Sea como sea… tenemos que contarle todo esto al resto." añadió el monje con firmeza. "Y pase lo que pase… debemos evitar a toda costa que esa gema sea destruida. Porque según parece... el gobierno imperial estaba interesado en ocultar esta información y algo malo me huelo entre bambalinas."

"Sí." respondieron las tres al unísono.

En ese momento, Priscilla dio un paso hacia adelante… y su cuerpo se tambaleó. Keipi reaccionó al instante, sujetándola antes de que cayera. La joven jadeaba, con el rostro pálido y los dedos aferrándose al aire como si le faltara estabilidad.

"¿Estás bien?" preguntó el monje, preocupado.

"S-Sí…" respondió ella entrecortada. "Solo… he pasado demasiado tiempo siendo humana, parece…"

"Entonces descansa en tu forma habitual. Déjanos el resto a nosotros." dijo él con una sonrisa tranquila mientras sostenía el cuaderno.

"Os lo encargo…" susurró ella antes de transformarse de nuevo en su forma de polluelo. Keipi la colocó con cuidado sobre su cabellera, donde ella se acurrucó débilmente.

"Bien, regresemos con Marco." anunció el monje, retomando el liderazgo del grupo.

"¡Allá vamos, Al-Amphoras!" exclamó Nicole energéticamente.

"¡Ellos tienen que saber toda esta verdad cuanto antes!" añadió Lily, lista para partir.

Continuará…

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